No lo sé, no soy de esos soyboys que tienen que negar a toda costa la existencia de un Dios o un más allá porque atenta contra sus ideales huecos y posmodernos, pero la realidad es que a esta altura tampoco diría que el más allá es una realidad absoluta. En temas tan complicados o tan abstractos creo que no hay discusión que valga, es nomás lo que uno siente real. Yo siento tan descabellado el que haya un más allá como el que haya una "nada" eterna.
Otra cosa muy diferente es lo que quiera. Para los muchos que nos refugiamos en la idea de que en algún momento, pase lo que pase, va a haber un evento que para bien o para mal ponga un final a todo, la idea de un más allá por más paradisíaco que sea se nos hace horrible. La eternidad en cualquier circunstancia es tortuosa. Pero uno es egoísta, y desea que la vida de sus seres queridos que ya no están tenga una continuidad...Creo que eso es lo más shockeante de la muerte, que uno repasa la vida de alguien que ya no está, que haya vivido muchos años y al final, el desenlace es terriblemente indiferente, parece que la vida siempre queda inconclusa, como interrumpir a la mitad una sinfonía de Beethoven, y no hay coda que valga, no importa que tan larga sea la agonía nunca va a igualar las vivencias de alguien como para que el final no nos tome por sorpresa, y ver como una vida larga y provechosa se esfuma casi de la nada es un golpe en la cara que te recuerda que no sos nada. Son esas cosas que uno siempre escucha "no somos nada" y dice por decir, pero que realmente entiende cuando las ve, cuando las vive...