Scott Pilgrim tiene demasiado encanto. Es decir, no está bien escrita, está lleno de vicios de las tramas de principiantes, pero fue publicado en el mejor momento. Cuando la cultura de finales del siglo XX estaba eclosionando en lo que ahora conocemos. En varios sentidos, Scott Pilgrim es más una suerte de crónica autoficticia surrealista sobre la juventud en un país de primer mundo, sobre problemas de primer mundo, más obra sublime de la ficción que busca elucubrar sobre temas profundos... Su valor recae más en que es un testimonio carismático del sujeto del siglo XXI: torpe socialmente, enganchado a medios de entreteniendo despegados de la realidad, sin dirección...
Quiero decir, si mencionan que esta mal escrita, es cierto. Obras como está dependen demasiado de su contexto para funcionar. Creo que esa es la diferencia entre una obra carismática de época y otra que se vuelve un clásico.